El festival estuvo compuesto por 61 agrupaciones. Estas agrupaciones ingresaron por la modalidad de convocatoria, también, como invitados distritales, nacionales, internacionales, intercambios con Altavoz y Discos Intolerancia, y los invitados por la Alianza de Festivales de Metal de Bogotá.
Luego del recorte al presupuesto - que no se discutirá en ésta entrada –, el abanico de bandas invitadas se reduce drásticamente y las ideas se vuelcan al salvador de RAP cuando quieren cumplir metas: El Metal.
Ese que muchos odian y que algunos lo ven como una música de drogadictos, asociales, extremistas, vagos y hasta pobres, le ha salvado el culo a Peñalosa este año. Con la presión del presupuesto encima, el grupo asesor del festival ha escogido un representante por cada una de las tres principales zonas geográficas del metal mundial: Norteamérica, Europa y Latinoamérica.
Entre Suicidal Tendencies (EEUU, 1981), Napalm Death (Gran Bretaña, 1981) y Sepultura (Brasil, 1984) suman más de 100 años de trabajo tocando metal por todos los rincones del planeta, y cada uno de ellos fue el encargado de cerrar cada uno de los tres días del festival, garantizando una afluencia mínima y de esta forma cumplir con el presupuesto.
Luego de garantizar asistencia y por consecuencia lograr buenas opiniones, lo cual para mí es un acierto, la gente del festival ha optado por buscar los sonidos emergentes independientes y las nuevas tendencias de forma cuidadosa, creando un ambiente de exploración sonora y compensación a los estilos que ya tienen su espacio en el festival.
La invitación a bandas que se encuentran en la parte intermedia del ascenso de sus carreras, que proponen sonidos que se encuentran a años luz de muchos actos locales son una invitación a seguir trabajando en lo local y absorber estas ideas, apropiarlas, transformarlas y convertirlas en sonidos propios, hacer que sea placentero ver/oir esto en el festival.
Rock al Parque no es un paseo de la fama de candidatos al Grammy, es la incubadora de sueños de una música que nos alegra la vida y el mundo la viva igual que nosotros.
La compensación a los estilos 'clásicos'
Aún quedan unos temas por cubrir como lo son el componente académico y el cine (es muy interesante ya que también lo aprovechan festivales como el Wacken), puede llevarse a cabo en el mismo parque en carpas acondicionadas para ello, en horarios previos a la apertura de las bandas, y de esta forma la limitación de disponibilidad de tiempo o de desplazamiento de las personas se reduce y genera una mayor y mejor asistencia.
Este año ha sido bueno para el festival, se destacan las presentaciones de Baroness, Puerto Candelaria, Easy Easy (no los ví, pero recibieron muy buenas notas), Perpetual Warfare y Compadres Recerdos. Caso aparte lo de Suicidal, quienes diez años antes cerraron por primera vez el festival y fueron mal recibidos por el público diciendo frases como “¿Qué hace ese rapero ahí?” y cosas por el estilo. Cabe recordar que en 1983 fueron considerados la peor banda de rock de su país y hoy por hoy una de las más aclamadas del planeta.
Un punto desfavorable fue la baja atención que se le dio a las agrupaciones llegadas por convocatoria, en parte pudo ser por los horarios, o la proporción de bandas respecto al total (19 de 61), pero el mayor impacto es el bajo cubrimiento de los medios a estos grupos que son muchas veces ignorados y quienes son los 'niños'
Por eso, es necesario seguir pensando que Rock Al Parque es para la creación de líderes y no de seguidores.
Actualización.
Lecturas recomendadas:
Zona girante: ROCK AL PARQUE: ES SÓLO ESO, PERO ME GUSTA
Shock: “Cúcutapalooza”, o el festival de opiniones sobre los festivales
El tiempo: Y para qué sirve Rock al Parque
Noisey: “ESTE ES EL POGO MÁS GRANDE QUE HE VISTO EN MI CARRERA”: DAVE LOMBARDO
Noisey: Especial Rock Al Parque 2016